miércoles, julio 19, 2006

Se Busca


Nador es el bosque en el que me he refugiado tras las oscuras malicias del mundo del que vengo. Llegué hasta alli por locuras del destino caprichoso que me obligó a conocerlo, ese bosque profundo tiene algo especial, mis noches son más largas cuando me refugio en su hogar, en grandes cavidades de los árboles frondosos que me alojan cada vez que llego sin avisar.

Nador es grande y sabio, sus platicas siempre tienen algo más que un simple palpitar.
Esta noche quise entrar, pero algo raro sucedió, no sé que fue lo que sucedió, pero Nador desapareció, ahora lo busco insesantemente, no lo puedo encontrar... he dado miles de vueltas y regreso al mismo lugar.

Si alguién ha escuchado de aquel bosquezuelo, no duden en informar, pues me hacen falta sus consejos para volver a mi lugar. Reconpensas al que me diga donde lo puedo encontrar... Él es claro por las mañanas, con algunos profundos riachuelos de color, en su vientre habitan grandes árboles con entradas por doquier. Tiene una seña particular! Nunca sabe lo que en realidad puede pasar, pero siempre trata de ayudar. Si le pides ayuda Nador simpre responderá.

Dos momentos




Bien, éste es uno de los típicos días en los que me siento a escribir y no sé ni como empezar, traigo las ganas de gritar y llorar encima, pero no hay algo que me ayude a sacar todo lo que traigo dentro. Resultado de estos cambios repentinos de humor son los momentos en los que he estado encerrada en este cuarto de estrellas luminosas sin hacer gran cosa.
Primero, llego a casa con los ánimos por los suelos cuando no tengo la menor idea ni del porqué. Tras unos lentos pasos, me recuesto en las cobijas de mi cama y miro las estrellas que estan todo el tiempo en mi techo. En un instante pienso en todo lo que ha pasado, me arrepiento de algunas cosas que dije e hice a lo largo del día, otras veces no pienso en nada. Y el tiempo se va, se esfuma entre la nada, son los momentos en que siento que la estoy regando pero a la vez soy la afectada de todo lo que pasa. Y pienso en cómo remediar lo que hasta ahora sé que va mal...pasa el tiempo y nada, de repente llueve, ahora me encuentro en la noche, casi de madrugada puedo oir las gotas de agua que caen en el concreto, tambíen el goteo insesante del agua que cae en una lámina. Mis ojos empiezan a cerrarse, mientras mi mente piensa que es lo que haré, imagino como llegar a mañana, como hablarle a la gente, todo de la mejor manera para que salga bien, quizas pedirle disculpas a alguna amiga o quizas dirigirme a ella como si nada hubiera pasado...que haré?
en el trabajo, la escuela, la casa, la familia, mi vida... y finalmente respiro...no quedo en nada, sólo pasan miles de cosas por mi mente, pero al final todo queda en blanco...y digo entre mi;quizas mañana todo salga al revés, mejor, mejor ya no pienso en nada hoy dormiré.

Señora soledad se llama miedo


A doña soledad le cambiaron el nombre hace algunos meses. Resulta que vivía feliz sin preocuparse tanto de las cosas, pero con el tiempo aprendió a amar y a tener amigos, algunos pocos "pero amigos"-o por lo menos es lo que siempre pensó-
su vida dejó de ser para ella algo monótono, apreció y otorgó todo de sí sin esperar que le fuera retribuido, pero con la idea de que la apreciaran también.

Un día decidió viajar, sus amores y amistades tuvo que dejar, sin embargo prometió regresar. Pero quien iba pensar que al regresar todo sería un desastre total! porque cada cosa cambia y cada mundo también, la gente reemplaza los lugares que alguna vez ocupamos y da entrada a nuevos miembros que aveces no os dejan regresar. Entoncés, Señora soledad adquirió su nuevo nombre, volvió a su cuarto acompañada de unas cuantas luciérnagas y aunque muchos la siguen llamando, ya las cosas no parecen funcionar.
Hoy la vi llorando, bajo las sábanas blancas su cabeza reposar, cuál incierta duda de quien la podría salvar... ya la veo a lo lejos con sus ojos tristes al caminar.

Quelle dommage Señora soledad!