lunes, diciembre 20, 2010

La receta mágica para hacer feliz a un niño incauto



En un cuarto de agua vierta tres cucharadas de shampoo para bebés, después, agregue dos cucharada soperas de glicerina. Forme un aro del tamaño que quiera con un limpia pipas de su color favorito. Revuelva la mezcla y remoje el aro  para soplar con sutileza.
Observe como el aroma atrae instantáneamente la mirada de los niños, cada burbuja viajando en el aíre contiene magia tornasolada, reventando suavemente en la piel, regalando sonrisas

Si tiene tiempo, observe como algunas burbujas quedan suspendidas sin reventar en los zapatos negros y lustrosos de los adultos. Es la huella de que las burbujas no funcionan en la gente que ha crecido, a lo lejos podrá, observar como rozan la mano para quitarse  de sus trajes, la mágica burbuja iridiscente.

miércoles, diciembre 15, 2010

Estúpida Soñadora!



Ten cuidado con tus sueños: 
son la sirena de las almas. 
Ella canta. Nos llama. 
La seguimos y jamás retornamos.

Que razón tenía Flaubert!

domingo, diciembre 05, 2010

Pensamientos inusitados




1. A mi inolvidable nota musical: 


En verdad me aislé de ti, ya no hay forma de saberte bien, saberte mal...
Probablemente fue el mejor cicatrizante, aunque lleve en mi piel el recuerdo de la cicatriz.


2. A la autora de mis historias inconclusas:


Ayer compré aceite de ajonjolí, estaba entre miles de ingredientes tratando de encontrar miso y furikake, a mi izquierda vi la botella amarilla y recordé un día en el que me di a la tarea de encontrar una parecida para que preparases tus platillos que ponían contento el corazón. Salí del pasillo, la coloqué en el cesto de mercado y pagué felizmente mis adquisiciones. Cuando llegué a casa le dije a mi hermana: -Traje aceite de ajonjolí-, ella me miró con incertidumbre y me dijo ¿y eso con qué se come?  Yo sonreí plácidamente y le dije; no lo sé... Alguna vez me prepararon un platillo, pero ya no tuve tiempo de aprenderme la receta. 

3. Al sordo que jamás escuchará mis palabras: 

Que hermoso es contarte todo sin que te inmutes o critiques mis pensamientos. Tan lejos tú, tan cerca yo, de dónde no estás. Y es por ti, que comenzó esta historia.

4. A la poliglota de mil deseos: 

¿Será que tu cuerpo sea como las caracolas que llevan consigo el sonido del mar?

5. Alto! Ya es hora de bajar del autobús...