Dicen que la nostalgia es el sufrimiento de pensar
en algo que se ha tenido o vivido y que ahora no se tiene. ¿Será nostalgia
aquella que se siente cuando la vista es bombardeada con las imágenes patrias y
te encuentras lejos del país?... Más bien sufrimiento al observar el orgullo de
un México que se aferra a los triunfos pasados para olvidar su realidad;
una docena de rosas secas y cortadas de raíz, naturaleza muerta que México
aprendió a llamar arte.
Llegó septiembre y con el un sexenio más de
democracia violada y cinismo descarado, un país de 113 mil millones de
mexicanos adoctrinados y controlados, donde una minoría que se indigna es
delincuente, loca y alborotadora. Mientras 16 mil millones que han tenido la
suerte de estudiar se revela ante un sexenio más de imposición, el resto del porcentaje no causa problemas porque
es acallada en la ignorancia con programas de televisión, telenovelas baratas,
academias de canto y teletón.
México el país dónde manifestarse es un delito, ser
mujer es un peligro y la infancia no es más que materia de intercambio por el poder.
La deseducaciòn una estrategia funcional, cada día más costosa que termina por
endeudar al estudiante sumiéndolo en una vida de conformismo.
México gran sociedad formateada que no se hace
preguntas, obedece y realiza funciones asignadas para no sacudir los sistemas
de poder y autoridad impuesta. Este 2012, año marcante en la política
mundial, las revoluciones han movido raíces, desde una primavera árabe que en
"efecto dominó" logró la movilización democrática de diferentes países,
la Europa que alza la voz indignándose ante una crisis insostenible (España),
America del Sur rechazando las grandes transnacionales para decir no al robo
del petróleo (Argentina), America del Norte exigiendo un cambio de poder y por
primera vez en su historia tiene a una mujer como Primer Ministro, a pesar de
ser minoría aún existe en resistencia visible en pro de una educación gratuita
en Montreal.
Y tu, México, que has sido masacrado por demandar
un cambio, cuando tuviste la oportunidad de al menos proclamar tu malestar, te
volviste como la mujer que no tenía derecho de votar, aquella que cuando logró
obtenerlo, tuvo que votar como su marido para no anular su voto. Tan
antidemocrático como tener a 60 mil millones de pobres y al mismo tiempo a uno
de los hombres más ricos del mundo... Antidemocrático y antipatriótico como yo,
hastiada cuando observo que alguien se prepara para celebrar un 15 de
septiembre cuando tiene a su prima, a su hermana o a su amiga desaparecida
desde el 2010.
Señores y señoras, la nostalgia de querer un
México feliz si existe, se presenta en las personas que quieren un México en la
ignorancia, aquél que no se preocupa por los problemas del país, porque no los
conoce. Le importa un comino si las transnacionales explotan el petróleo entre
los mares porque sólo compra gasolina y mariscos a la vuelta de la esquina, nunca
se pregunta por la procedencia de sus alimentos. Tampoco le interesa la polución
de áreas de reserva natural a cielo abierto, porque vive lejos de ellas. No lee
las noticias porque se estresa y entre más se estresa está menos feliz. Vive sin
problemas en un país llamado México, ondea su bandera cada 15 de septiembre sin
saber de que se trató el proceso social y revolucionario que dio como resultado
una independencia vacía.