miércoles, diciembre 30, 2009
Miradas imposibles
sábado, diciembre 26, 2009
Víspera
Aprendí muy tarde a observar desde arriba los senderos torcidos de mi vida, fue tarde si, pero vi despertar en mi, el dragón dormido hace cientos de años en esta cueva tan olvidada, sentí como quemó con el fuego de su aliento todo mi interior, cambió mi vida, la puso de cabeza, le temí, me daba tanto miedo, me hacía temblar…
Lo peor fue, que nadie lo entendía, nadie lo observó, no hay mejor comprensión de una misma que la introspección, pero, ¿cuánto daño puede hacernos adentrarnos en esa vereda? ¿cuánto tiempo es el necesario para saber que ha terminado el recorrido?
Hace un tiempo ya, que tras el destrozo inmenso de mi interior me he dado cuenta que ese animal ha respetado mis ojos para que pueda ver, que cada que amanezco y observo mis manos vacías, puedo observar las marcas que conforman lo que soy.
Mi proceso no ha sido fácil; asimilar, hacer que me asimilen, hablar de lo que soy, sentirme otra, reflejar mi esencia sin pudor a mostrarme desnuda , sin reservas… jamás imaginé que fuera tan pesado mi contexto, contexto que nadie puede imaginar.
Pero eso no importa, jamás pretendimos que se conociera, solo entregamos todo lo que se tenía a través de esta mutación. Estamos cerrando ciclos, recuperándonos de los estragos, reconociendo los senderos torcidos de quienes han aparecido en el lapso…
Te juro que ya estamos en vísperas de terminar con la metamorfosis, ambos tenemos un tiempo establecido para convivir y reconocernos, para sellar, suturar, cicatrizar… shhh, porfavor no intentes comunicarte mientras tenemos el corazón destrozado, ya ha sucedido una vez, nos hemos dado cuenta que podemos prevalecer, seguro después de esto, hablaremos con cadencia y autoconocimiento, ya estamos en vísperas... quizá ya no sea el dragón y yo, probablemente sea otra.
domingo, diciembre 20, 2009
Avatar (Haciendo analogías)
viernes, diciembre 18, 2009
La Mecánique du coeur
"Primero, no toques las agujas de tu corazón.
Segundo, domina tu cólera. Tercero y más importante,
no te enamores jamás de los jamases. Si no cumples
estas normas, la gran aguja del reloj de tu corazón
traspasará tu piel, tus huesos se fracturarán y la me-
cánica del corazón se estropeará de nuevo".
Es una historia que comienza en el día más frío de la historia, es Edimburgo, un 16 de abril de 1874 en la casa Arthur Seat donde vive la extraña doctora Madelaine, comadrona a la que los habitantes de la ciudad tildan de loca. La doctora Madelaine trae al mundo a los hijos de las prostitutas, de las mujeres desamparadas, demasiado jóvenes o demasiado descarriladas para dar a luz en el circuito clásico. Estamos al finales del siglo XIX, por lo que no es difícil convertirse en sospechosa de brujería. En la ciudad se rumora que la doctora Madelaine mata a los recién nacidos y los transforma en seres a los que esclaviza.
En este lugar mi joven madre está dando a luz, y mientras se esfuerza por parir, observa a través del cristal cómo los pájaros y los copos de nieve se estrellan contra la ventana silenciosamente. mi madre es una niña que juega a tener un bebé. Sus pensamientos derivan hacia la melancolía; sabe que no podrá quedarse conmigo.
Madelaine dice que parezco un pájaro blanco de patas grandes. mi madre responde que prefiere no saber cómo es su bebé, que es precisamente por eso que aparta la mirada. -¡ No quiero ver nada! ¡No quiero saber nada! De repente, algo parece preocupar a la doctora. Mientras palpa mi minúsculo torso, su gesto se tuerce y la sonrisa abandona su rostro. -Tiene el corazón muy duro, creo que está congelado. Yo también tengo el corazón helado -dice mi madre- -¡Pero su corazón está congelado de verdad! Entonces me sacude fuertemente y se produce el mismo ruido que uno hace cuando revuelve una caja de herramientas...
miércoles, diciembre 16, 2009
Llueve aquí dentro
viernes, diciembre 11, 2009
Secuoyas
lunes, diciembre 07, 2009
Esquema de un Psicoanálisis
sábado, diciembre 05, 2009
Eskimo inter laten
jueves, diciembre 03, 2009
After the Fire
Farewell
Es mi intuición nuevamente hablando, sueños rojos, verdades de dolor,
Partes sin importarte nada, yo espero, espero y vuelvo a llamar
Eres tú, tras sonrisas vagas, con tonos despreocupados…
¿Eres tú? No te reconozco
¿Eres tú? Quizá te estoy conociendo…
¿Eres tu? Que iba a saberlo yo…
y te deslumbras tras una efímera llamarada
¿Te interesa?
Anda, ve
No te detengo, no te excuso, no me excuso
No volveré a cometer el mismo error…
sábado, noviembre 28, 2009
El Baño
Una puerta se abre lentamente a tus espaldas, la oyes pero no volteas. Mantienes la mirada fija en las cortinas blancas de la ventana. Oyes su voz detrás de ti, su marcado acento extranjero te parece irrisorio, sonríes sin contestar. Estás sentada en el borde de una cama, con las manos a los costados, viendo el movimiento de la suave tela de las cortinas y la luz blanquecina que se cuela por ellas, sabes que son las tres de la madrugada pero para ti eso parece apenas el atardecer.
La oyes desnudarse. Primero tirar la gruesa chamarra sobre la cama para luego sentarse en la cama y descorrer el cierre de sus botas negras, los jeans, el suéter y la blusa le siguen. La ves de reojo. Camina hacia el baño, redibujas el contorno de su cuerpo, su piel blanca contrastando con la tela oscura de su ropa interior. Oyes la regadera, miras la puerta del baño, está abierta.
Sales de tu letargo y te quitas la ropa mientras caminas al baño. Abres el cancel de la regadera despacio y la ves… el cabello rojo pegado a su espalda, el contorno redondeado de sus brazos abrazados entre sí, los labios entreabiertos, los ojos cerrados bajo el chorro de agua caliente, la curvatura de su espalda dejando caer en cascada las gotas hasta sus nalgas redondas. Te mira y te sonríe. Te jala hacia adentro.
Entras al agua y exhalas el frío que te cubría. Ella te abraza por la cintura. Acercas tus labios a su boca, tus manos a su cadera… cierras el cancel de la regadera para olvidar el frío de afuera… ella acaricia tu espalda despacio, sientes las yemas de sus dedos ir y venir de arriba hacia abajo una y otra vez mientras besas su cuello. El agua cae entre sus cuerpos encontrando apenas espacio para escurrir.
Sus manos encuentran tus nalgas, las tuyas sus piernas. Sientes su muslo izquierdo abrazado de pronto a tu cadera. Tu boca baja despacio por el frente de su cuerpo, del cuello al pecho, del pecho al vientre… tu lengua ya no sabe qué sentir, el calor del agua se ha confundido con el de ella… sus manos rodean tu cara y te piden que vuelvas. Regresas en seguida tu boca a la suya.
"Espera", te dice ella en un susurro, "espera". Cierra la llave del agua y abre el cancel, toma una gran toalla y seca un poco su cuerpo, te la entrega. No sabes qué pretende pero la sigues con diligencia. Te secas y tomas su mano. Te lleva de regreso a la cama. Se mete entre las cobijas y te jala hacia dentro.
Pronto el frío de las sábanas desaparece ante el contacto de sus cuerpos desnudos. Las ventanas se nublan con uno y otro suspiro que emergen de su boca suplicante. Paseas tus manos por su cuerpo. Sientes cada uno de sus movimientos: el vaivén de sus caderas, la búsqueda incansable de sus manos entre tus nalgas y tus piernas, la respiración creciente de su pecho…
Un instante. Todo se detiene, su cuerpo queda suspendido entre tus brazos. Tu boca abierta a milímetros de la suya jadeante. Sus manos aferradas a tu espalda. El palpitar de sus corazones parece escapar por unos segundos. La respiración contenida emerge en un grito ahogado que dejan escapar sus labios. Caes… cae… caen juntas, una sobre la otra. Ella no te suelta, se aferra a tu cuerpo y tú no sólo se lo permites, la sostienes con fuerza.
Se sueltan la una a la otra. Quitas su cabello de su cara y ella ríe. Tú ríes con ella y la besas despacio… Minutos después ella se levanta, vuelve a tomar la toalla húmeda que ha quedado sobre una silla y regresa a la regadera. Tú la sigues sin pensarlo.
- Tenemos que hacer las maletas...- dices desde la entrada del baño.
- Ya están hechas. - responde ella sonriendo mientras se seca el pelo. - Sólo falta vestirnos para salir de aquí.
Te tira la toalla mojada y tú sonríes. La ves sentada sobre la cama, un par de medias negras empiezan a deslizarse suavemente por cada una de sus piernas. Te quedas un rato observándola, ella sabe que lo haces y pausa aún más sus movimientos. Las medias han llegado a su destino y tú te despegas de la toalla para buscar la ropa que dejaste regada por el cuarto. Te vistes con la mirada puesta de nuevo en la ventana. Ella se acerca a ti y volteas a verla.
- Ya vámonos, - te dice con la mano extendida - se nos va a hacer de noche en la carretera.
La tomas de la mano para levantarte. Agarran las maletas y salen de la habitación 515 del hotel. Dejas las llaves en Recepción y sales del lobby del hotel. Un convertible negro, estacionado apenas a unos metros del pequeño hotel, las espera. Ella amarra sus cabellos rojos con un pañuelo oscuro. Se sienta en el asiento del copiloto después de echar una maleta al asiento de atrás. Se pone sus lentes negros y prende la radio apenas pones la llave en el encendido. Prendes el auto y con el sonido de una canción de rock emprenden el camino.
jueves, noviembre 19, 2009
Gypsy (I'm Rom)
No rompas mi corazón, morena de ojos negros,
Quiero tu libertad, quiero ser Gipsy como tu,
Quiero bailar, si tus caderas me enloquecen siempre que…
No rompas mi corazón morenita,
mi pequeña, ¿por qué no vienes conmigo?;
Y viajamos sin rumbo con la música en los oídos,
en tus manos, en las mías, en el alma de los dos.
Quiero ser Gipsy, perderme en tu larga cabellera,
Sentir en los dedos tu piel morena,
Quizá yo soy Gypsy, ¿Quieres venir conmigo?
sigue el son de mi guitarra que te llama con el viento,
con el atardecer, con la luna de la madrugada...
si me olvidas, es normal que me convierta en Gypsy,
si me sigues es normal que cante también.
Damet!! I fell again...
domingo, noviembre 15, 2009
Epistemología de una intuición
miércoles, noviembre 11, 2009
If you're thinking anything, If you're thinking endlessly
martes, noviembre 03, 2009
Mutante Escandinava
lunes, octubre 26, 2009
Entre muertos y vivos te veas
martes, octubre 06, 2009
Mes internacional del Cáncer de mama
La caricia perdida
Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos ... En el viento, al rodar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida, ¿quién la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida rodará... rodará...
Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va,
Oye: yo era como un mar dormido...
Oye: yo era como un mar dormido.
Me despertaste y la tempestad ha estallado.
Sacudo mis olas, hundo mis buques,
subo al cielo y castigo estrellas,
me avergüenzo y escondo entre mis pliegues,
enloquezco y mato mis peces.
No me mires con miedo. Tú lo has querido.
viernes, octubre 02, 2009
The Sunshine Boy (documental)
miércoles, septiembre 30, 2009
Registros
martes, septiembre 08, 2009
El mar es mi esencia
El mar es mi conciencia, tu eres la razón por la que llego a valorarloEl mar es mi temor...Tú eres el respeto que le rindo cuando naufragoEl mar está en mí, en ti, en los demás...En mis sueños más profundos, en mis anhelos más certerosEl mar es mi naufragio, el vaivén de mis emociones, las olas que arrastran mi pensarEl mar es mi sentido, la atracción que la luna llena ejerce ante lasolas ensanchándose para poderle besar...El mar me trae recuerdos, me trae tu aroma, se lo vuelve a llevar...Es el mar, es el mar, mi eterno y profundo bienestar.
jueves, septiembre 03, 2009
Patologías
jueves, agosto 20, 2009
The Hobbit ( Fragmentos)
Esta semana me regalaron un boleto para viajar al universo mitológico de Tolkien, de un momento a otro estaba ubicada en Tierra Media, en la Tercera Edad del Sol hacia el año 2941...
Mientras cantaban, el hobbit sintió dentro de él el amor de las cosas hermosas hechas a mano con ingenio y magia; un amor efímero y celoso, el deseo de los corazones de los enanos. Entoncés algo de los Tuk renació en él: deseó salir y ver las montañas enormes, y oír los pinos y las cascadas, y explorar las cavernas, y llevar una espada en vez de un bastón. Miró por la ventana. Las estrellas asomaban fuera en el cielo oscuro, sobre los árboles. Pensó en las joyas de los enanos que brillaban en las cavernas tenebrosas. De repente, en el bosque de más allá de Delagua se alzó un fuego -quizá alguien que encendía una hoguera-, y pensó en dragones devastadores que invadían la pacífica colina envolviendo todo en llamas. Se estremeció; y enseguida volvió a ser el sencillo señor Bolsón [...]