Mientras he pasado toda la tarde escribiendo sobre mi apreciado sujeto de estudio para mi clase de arqueología histórica, he terminado por irme a navegar. Y es que es realmente un peligro saber que puedes emprender el viaje dando pisaditas al botón, donde felizmente tenemos el control y escuchamos un "click" cada vez que nadamos de un lado al otro. Y ahi estaba yo, buscando enlaces que me llevaron a recorrer tres o cuatro mundillos diferentes, entre los que encontré espacios con reflejos de la vida de cada personaje, algunas regiones me sorprendieron, otras islas pasaron desapercibidas...Chequé la hora, pero decidi visitar mi nuevo territorio; me resisti a dormir! y mientras me encontraba sumergida ya no quería salir.
Dejé algunos rastros por allí, para ver si los que han dominado espacios se dan cuenta que un navegante anduvo por ahi, dejé mis huellas en la arena y platiqué con los pesecillos que jugaban en alta mar. Finalmente suspiré, y mis cavidades recibieron agua oxigenada, despues caminamos de regreso por la orilla del mar, ya no era sólo yo! me encontraba caminando a lado de esa presencia que aveces se resiste a salir...caminamos juntas, obsevamos como se escondía el sol cuando llegaba el turno de la luna. Y cantamos felices por las playas de colores y sin darnos cuenta regresamos a la otra realidad, donde decidimos dormir una sin la otra, porque dicen que los pensamientos aburren si no los dejas salir...
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