miércoles, julio 02, 2008

Frozen

Tiene atravesado el sentimiento en el pecho, enredada sensación a la que quisiera decirle que desaparezca pero, ¿cómo otorgar otro sentimiento al corazón para que se distraiga? ¿Cómo explica al tonto que no vale la pena albergar recuerdos que le dañan? Ayer pasó por un paro de golpe, la calle impregnada de humedad enfriaba sus pies calándole los huesos, tal como el temple de quien decidió cobardemente retirarse…
Era efecto del mismo instante, conectado a los cables del cerebro, bombardeó sangre con tal fuerza que un escalofrío recorrió su cuerpo hasta hacer brotar por los ojos la sal…
El pulso acelerado y la respiración no la dejaron caminar y entre el bullicio de la ciudad ausente, las rodillas vencidas ante la banqueta no hicieron más que detenerse en el instante más largo de su trayecto. ¿Qué pudo revolverle el alma de esa manera?

Hace tiempo ya que quedó vacía una aurícula, el cerebro decidió no enviar sangre ni oxígeno por sus conductos de manera que deje de transmitir impulsos de toda clase, ha quedado congelada de tal forma que a pesar de su muerte sigue estando allí alimentada por las células ermitañas que se niegan a morir.
Por las tardes de cadencias islandesas, de nuevo las anémonas de luz transmiten imágenes a sus ojos, invadiéndola de recuerdos necios que con la mirada detenida en un punto fijo trata de congelar…

2 comentarios:

  1. TE QUIERO! en serio crees que ya no lo hago, que ya no me importas, que todo fue premeditado? en serio me crees capaz de actuar de tal manera? me conoces...vamos...dime algo...

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  2. En ese preciso momento te leo escuchando a Vespertine, hermosa.
    un abrazo fuerte.
    Te quiero mucho mi Sara.

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