martes, marzo 10, 2009

Un día extraño


|Es un día extraño, las nubes han ocultado el sol  pero yo siento como me toca por la espalda, a lo lejos escucho el envolvente canto de las aves que estoy tratando de identificar por la diferencia de sus cantos unísonos. Si, volví al campo, no hay gran cosa que hacer, solamente observo mientras me encuentro sentada en el tepetate dejado por los gigantes amarillos que destruyen todo lo que encuentran a su paso.

Te estoy contando esto porque hoy no puedo leerte a través de mis ojos, tampoco puedo oír tu voz, pero a pesar de ello, te llevo aqui conmigo. Si, ya sé que te he dicho que siempre has estado conmigo, es sólo que en esta ocasión parezco tener la certeza de haberme topado ya con tu mirada... no sé si me reconociste, pero ya nos habíamos conocido en mis sueños. Y es extraño pensar que si antes no quería despertar para no perderte entre mi mente dormida, ahora me mantengo despierta para que al caer la noche mis ojos bien abiertos puedan observar que te tengo cerca.

Hoy es un día extraño, te lo voy a repetir... pero tengo la certeza de que ya me topé con tu mirada.

1 comentario:

  1. Pensé que estaba acostumbrada a los días extraños, llenos de coincidencias repentinas, resulta que no... Me encontré con tus ojos que me miraban desde hace mucho semidormidos, y descubrí que incluso lo más ordinario de mi rareza mental resulta surrealmente genial.
    Seguiré escribiéndote aún después de haberte conocido.

    ResponderBorrar