viernes, febrero 25, 2011

Sidharta y la doctrina de la demencia



Cuando alguien busca, suele ocurrir fácilmente que sus ojos sólo ven la cosa que anda buscando, que no puede encontrar nada, que no deja entrar nada dentro de él, porque siempre está pensando en la cosa buscada, porque tiene un fin, porque está poseído por este fin. Buscar significa tener un fin. Pero encontrar quiere decir ser libre, estar abierto a todo, no tener un fin. Tú venerable, quizá eres en realidad un buscador, pero aspirando a tu fin no ves muchas de las cosas que están cerca de tus ojos.
El mundo no es imperfecto, no. Es en cada momento perfecto, todo pecado trae en sí la gracia, todo niño lleva ya en sí al anciano; todo recién nacido, la muerte; todo moribundo, la vida eterna…

He aprendido en mi cuerpo y en mi alma que necesito mucho el pecado, que necesito el placer, el deseo de los vienes, la vanidad, y necesito la ignominiosa desesperación para aprender a renunciar a toda resistencia, para aprender a amar al mundo, para no volverlo a comparar con cualquiera de los mundos deseados o ensoñados por mi, con cualquiera de las formas de perfección pensadas por mi, sino dejarlo como es, amarlo tal cual es y pertenecer gustosamente a él.
Las cosas pueden ser apariencia o no, yo también lo seré entonces, y siempre serán mis iguales. Esto es lo que las hace ser iguales. Esto es lo que las hace ser amadas y dignas de veneración para mi: que son mis iguales. Por esto puedo amarlas. Y esto forma una doctrina de la que puedes reírte:  El amor.


martes, febrero 15, 2011

Viajes




“Estoy sola emprendiendo el viaje alrededor del mundo, 
para seguir mi corazón”



domingo, febrero 13, 2011

Onírica


Es curioso como la fantasía alimenta el espíritu...Cómo tus manos rompen con el espacio y palpan la real esfera cristalina, tan frágil, tan delgada y transparente, que se empaña con tu propio aliento. Es irónico, tan sarcásticamente oscuro y obstinado. Tan encriptadamente resguardada, alterando siempre el mensaje original. ¿Será arte? ¿ciencia? No soy designada coherente, texto plano descifrable, veta contaminante de tu infranqueable esfera de cristal. Alimento de tus propias historias para no opacar tu realidad, eso que has buscado y que te niegas a observar.

Pluma suave toca tu piel, te hace estremecer y después de estar suspendida entre el espacio vacío, cae suavemente al piso, anunciando el fin de su viaje astral. Sueño lúcido del cuerpo desdoblado en un mundo paralelo. Descomunal.



martes, febrero 08, 2011

Que remedio Remedios!



Aún andas descalza por mis sueños
Yo estoy segura que te he conocido antes, 
quizá te soñé...


lunes, febrero 07, 2011

Heartache


¿Te acuerdas de Michael Buble? 
Por qué será que su voz me hace sentir como si estuviera cayendo en la montaña rusa, justo en el instante de la caída en la que se siente ese vacío en el estómago y cierras los ojos fuertemente para no ver lo que ya sabes que está por venir...

Heartache Tonight

Golden haze,
Another morning feels like yesterday.
End of may..
Now you're gone and there's still bills to pay.
And you know it doesn't help to make believe, you're sitting next to me.
It doesn't help, to make believe that you are right behind me
Saying it's okay.

Longer days,
More time to sit and watch the pendulum sway.
In quiet rage I'm staring at this empty notebook page.
In times like these you feel like you are done with feeling,
You feel you want to stop the pain from healing
Because you feel like you're the only one,
Who's ever felt this way.

Some days in a daze, there's brighter days.
Funny how the feeling never stays,
But I know I'll have to come to terms when I'm awake,
Thinking about you is the icing on the cake.
Makes me realize the fact you're gone for good for goodness sake.

Golden haze, another morning feels like yesterday.
End of may, a year is gone and I still feel this way,
When we meet again, I'll ask you how you're doing
And you'll say fine and ask me how I'm doing

And then I'll lie and I'll say ordinary, It's just an ordinary day.

It's just an ordinary day

It's just an ordinary day


martes, febrero 01, 2011

Sauce


Sol me dijo una vez: -que hermoso el sauce llorón, mi árbol favorito...
Estaba sentada en la banqueta de aquél edificio en el que solíamos trabajar en un archivo triste y viejo. Divagaba como acordándose de algo. Yo voltee a ver las ramas caídas que cubrían de los rayos solares, trataba de entenderla con sus ramas flexibles y delgadas, largas y colgantes como queriendo tocar la tierra. El tronco tenía la corteza fisurada y sus hojas parecían crecer a lado de flores amarillo pálido. Ese era un sauce llorón, lamentándose, multiplicándose por injertos con una caducidad aproximada de 60 años.

 Lo que no sabía yo, es que esos árboles evitan la erosión, que protegen la flora y que fortalecen los causes ante posibles desbordamientos. Más tarde supe que los antiguos americanos y sumerios hablaron de sus poderes curativos sobre fiebres y dolores, textos que dieron paso a la salicina.

Pensaba en ese aspecto tan delicado y fragilmente sugerido en el exterior del sauce y al mismo tiempo, en la fortaleza que se obtiene de la corteza. Me dispuse a observar las pastillas de ácido acetil salicílico; la fórmula mágica para quitar los dolores. Tomé un vaso de agua y me dispuse a tragarme un pedacito de Sol. Un sauce del que aprendí la esperanza.