miércoles, julio 19, 2006

Dos momentos




Bien, éste es uno de los típicos días en los que me siento a escribir y no sé ni como empezar, traigo las ganas de gritar y llorar encima, pero no hay algo que me ayude a sacar todo lo que traigo dentro. Resultado de estos cambios repentinos de humor son los momentos en los que he estado encerrada en este cuarto de estrellas luminosas sin hacer gran cosa.
Primero, llego a casa con los ánimos por los suelos cuando no tengo la menor idea ni del porqué. Tras unos lentos pasos, me recuesto en las cobijas de mi cama y miro las estrellas que estan todo el tiempo en mi techo. En un instante pienso en todo lo que ha pasado, me arrepiento de algunas cosas que dije e hice a lo largo del día, otras veces no pienso en nada. Y el tiempo se va, se esfuma entre la nada, son los momentos en que siento que la estoy regando pero a la vez soy la afectada de todo lo que pasa. Y pienso en cómo remediar lo que hasta ahora sé que va mal...pasa el tiempo y nada, de repente llueve, ahora me encuentro en la noche, casi de madrugada puedo oir las gotas de agua que caen en el concreto, tambíen el goteo insesante del agua que cae en una lámina. Mis ojos empiezan a cerrarse, mientras mi mente piensa que es lo que haré, imagino como llegar a mañana, como hablarle a la gente, todo de la mejor manera para que salga bien, quizas pedirle disculpas a alguna amiga o quizas dirigirme a ella como si nada hubiera pasado...que haré?
en el trabajo, la escuela, la casa, la familia, mi vida... y finalmente respiro...no quedo en nada, sólo pasan miles de cosas por mi mente, pero al final todo queda en blanco...y digo entre mi;quizas mañana todo salga al revés, mejor, mejor ya no pienso en nada hoy dormiré.

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