Mientras escribía algunas líneas en su cuaderno de hojas recicladas, la pluma de fuente que utilizaba dejó una gran mancha de tinta ocre que borró las últimas frases que había plasmado. Estaba pasando un año más fuera del lugar que añoraba, acompañada de la soledad que hace meditar, sin hacerte sentir sola, por muy extraña que parezca la frase.
Dejó de escribir sin que la mancha que acababa de ensuciar sus pensamientos la molestara, observó la fina punta de la pluma y se dió cuenta que era hora de remplazarla. La gruesa llama de una vela iluminaba la mesa que decidió tomar y colocarla en el piso de madera mientras se acostaba de espaldas mirando el techo. Se escuchó de nuevo en el silencio, preguntándose a si misma si era capaz de terminar los proyectos que había comenzado y que implicaban cada día una mayor responsabilidad. Pensó si realmente algún día tendría la seguridad de tener un trabajo fijo, o tal vez, algo mejor que le permitiera desarrollar un proyecto propio y construir el hogar que añora con la persona que la espera de su corto viaje.
Se quedó en blanco y el frio le tocó los pies desnudos al recordar la nota peoriodística que había leído en el avión "...que la entrada de la crisis mundial empezaba a hacer estragos" -se dijo- ¿hace cuantos siglos que el capitalismo nos hereda crisis como resultado? Giró la vista hacia la cantimplora de cuero que contenía Sangría de Esuskera, tomó un trago largo que le permitió calentar el cuerpo y olvidó dar respuesta a sus preguntas. Recordó la frase del libro que acababa de leer... ¿Será cierto que todo lo que nos ayuda a sobrevir es imprescindible y todo lo demás es superfluo? Que extraña la sensación de incertudumbre cuando sabes que el destino de muchas cosas no están del todo atadas a tus acciones, que vision tan ingenua aquella en la que la sociedad apuesta por un capitalismo infundado... qué vacía nuestra vida si sólo nos importa aquello que nos permite sobrevivir...
¿En que lugar abandonamos los placeres sin precio para convertirlos en mercancía? ¿A qué mundo me mudo para formar un imperio más humano y menos individual? ...Su mente adormecida la llevó a soñar de nuevo, intentaba caminar entre las olas, pero cayó de inmediato a la profundidad. Ahogada de tanto néctar salado, evadió el pensamiento abriendo los ojos hacia la razón, y estaba de nuevo ahí el monstruo de la incertidumbre, ese descomunal refugio del error, lo observó de lejos en el oscuro abismo y regresó nadando pronto a superficie.
No hay riqueza capaz de cambiar la humanidad, pues el dinero conduce a un irremediable egoísmo...
ahora caigo en la cuenta -volvió a escribir- ...que el placer igenuo, simple y sencillo de la vida sólo tiene sentido cuando se ama y se comparte con los demás, que estamos sufriendo el proceso de deterioro que Einsten definió como la verdadera fuente del mal...esa anarquía económica de una sociedad capitalista.
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