miércoles, mayo 12, 2010

Dreamers

Tengo tanto que escribir, que escribirte, que decir, que decirte, que callar, que negarte, que esconder, que mentirte…tengo tanto dentro que afloran por mis poros los deseos de escribirte con la piel, con el tacto, con la vista, con mis cabellos alborotados y rebeldes.

Quizá, solo quizá si esta melodía me dejara de aturdir en la cabeza, en los pies… Mis mañanas se harían normales y las noches monótonas, pero aturde, me aturde a tal grado de soñar mágicamente como una niña de 6, y entonces tengo tus ojos puestos en mi hogar, una cámara vieja que vigila cuando me visitas; tengo tanto, tanto que hablar, que callar, que escribir mientras las cuerdas del arpa suenan y los pedales siguen dando vueltas para hacerme olvidar de pies a cabeza, en esa bicicleta de los 60 , verde como las hojas sobre las que estoy tirada.

Y en esta mágica noche en la que sueño lo que deseo, te siento un poco más cerca de mi, y no sé como las olas llegan hasta tocar mis pies, los peces mordisquean suavemente mis dedos haciéndome cosquillas. Quisiera decirte: ¿quieres venir a jugar conmigo? en este paraje colorido podríamos contar nuestros pasos, jugar con la mente, perdernos en el tiempo y atrapar luciérnagas en la oscuridad... Tal vez es por eso que escribo, reescribo y regreso a la ficción de mis anhelos.

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