martes, septiembre 07, 2010

Ä Sara:



Me parece que estamos creciendo como árboles que lanzan sus raíces al aíre hasta que tocan tierra para absorber los nutrientes de la madre tierra. Y Está el viento soplando hacia el norte, regresando masas de aíre caliente proveniente del sur. Es la lluvia que alebresta los cristales como si fuesen miles de espejos transparentes que reflejan el paisaje que hay afuera. Recuérdame observando la lluvia en la ventana,  diciendo que adoro ese aroma a tierra mojada que me recuerda mi hogar; no hay melancolía en este hecho, no aludo al recuerdo, sino más bien al momento justo en el que estoy parada percibiendo ahora ese mismo olor.
Parece como si te viera tomar la pluma de tinta ocre, borrando dos palabras y extendiendo las alas para volar. Estás preparada para el encuentro al viaje, ese lugar que te es ajeno aún pero que insistes en conocerle ya. Sientes que vas poco a poco cumpliendo con tus planes, te duelen los dientes pero sabes que es parte de lo que alguna vez dijiste querer hacerfalta un solo mensajeese que te abrirá las puertas a otro futuro. Ya no te desespera el tiempo, sin embargo, no pierdes la esperanza de que llegará el día.
Juegas ahora mismo con tus sombras, al calor de una pequeña lámpara que ilumina el trozo de papel sobre el que estás escribiendo. Escuchas a lo lejos el sórdido cantar de las chicharras y te sientes cerca del final que te planteaste para este ciclo que  para ti, ya va finalizando. Tu estado ecuánime lo refleja, un neutro bienestar…Has tomado la decisión correcta…Quizá algún día lo sabrás.

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