miércoles, septiembre 01, 2010

Gemelas


Ay si tan solo mi cerebro estuviera espaciado de su cuerpo, con solamente dos bocinas y líquidos para que las pastillas anti-migrañas se disolvieran al instante y calmaran el dolor.

Si fuera la voz que dice duerme, duerme… dueeeerme! y las "couchemal" no sorprendieran mis sueños. Si tan solo mi cerebro fuera dirigido por lo que quiero y no por lo que recuerda y anhelan mis pensamientos. Perversa magia que retuerce mis latidos, juego e invento que corroe los misterios de la savia, esa energía tan mecánica, tan epidémica y sensatamente inescrutable.

Si supieras lo evidente, lo común… Que guardo en mi cartera un trozo de papel rayado; sobre él, una luna de la que brotan enredaderas… Un eclipse tallado en la coraza de un molusco y frijoles rojos para la buena suerte. Que sueño recurrentemente que pierdo la voz, -como lo dice esa melodía que no conoces-, y parece que salen burbujas tornasol de mi garganta… trato de gritar y no puedo, me fugo corriendo del que me persigue hasta que inconcientemente me advierto corriendo por el cielo.

Y me siento absorta, mirando hacia atrás y al mismo tiempo a través de las alturas… respiro, despierto y vuelvo creer que estoy perdiendo la razón. Tomo mi libreta que está bajo la almohada, escribo para sentir que sólo fue la mezcla entre la magia de La cité  des enfants perdus y el sonido de Heirloon. Nada de esto tiene cordura, ¿no es así? de eso sirve mi inspiración…ambas creamos monstruos conectados a la realidad, donde las aves picoteen tus pensamientos.


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