miércoles, junio 16, 2010

A 50 años de "independencia" africana ¿Qué debemos celebrar?


Part one: 1 Julio 1962 ( Rwanda)

Es África Central, en un pequeño país de paisajes montañosos y espesa neblina, donde la densidad poblacional está al tope y la desnutrición se extiende en el territorio...

En sus inicios Rwanda fue habitado por los pigmeos Twa y más adelante por los Hutu que con los años se convirtieron en mayoría y dominaron el territorio. Rwanda no podría ser mencionada sin tomar en cuenta la llegada de los Tutsi 100 años después, el último pueblo que se asentó en este lugar y que dominó a los twa y hutus a través de un sistema político que podría equipararse a una sociedad feudal que en este caso era un rey Mwami.

Tras los eventos políticos de finales del siglo XIX Rwanda fue conquistada por los Alemanes después de la Primera Guerra Mundial y fue entregada a Bélgica quien dominaría el territorio ruandés y durante la Segunda Guerra agudizaría las diferencias sociales entre los tres pueblos existentes.
Para finales de los años 50, las rebeliones hutu que demandaban sus derechos de igualdad a los tutsi, fueron apoyadas por los colonos belgas logrando por primera vez en 1961, la abolición de la monarquía tutsi y declarando a Rwanda República independiente de Bélgica. Independencia que fue reconocida internacionalmente hasta el 1 de julio de 1962, no obstante, los conflictos étnicos solo cambiaron de papel, ya que el liderazgo y dominio de Rwanda fue retomado hacia los años 70 por los hutus y millones de tutsis fueron exiliados o huyeron del país.

El régimen y opresión hutu basado en un racismo étnico hacia la minoría tutsi, complicaría los movimientos sociales en el territorio ruandés y para 1990 los tutsis y opositores del régimen Habyarimana que habían sido exiliados regresarían organizados y con la ayuda de Uganda para comenzar una guerra civil con la finalidad de derrocar al régimen hutu (Habyarimana) que prevalecía. Esta guerra civil encabezada por los tutsi fue atacada por el régimen de Habyarimana con ayuda paramilitar hutu que recibió entrenamiento para realizar masacres masivas con la finalidad de acabar con la oposición tutsi.

Este genocidio, actualmente conocido mundialmente, se logró debido a encubrimientos del ejército ruandés desde 1991 y sobre todo por la falta de medios de comunicación existentes en Rwanda. Para ese entonces la radio rwandesa jugó un papel por demás tendencioso y manipulador por parte de los militantes hutus más extremos que lanzaban mensajes racistas entre las diferencias que separaban a los grupos hutu de los tutsi, haciendo llamamientos a la caza de tutsis para acabar con los "problemas de Rwanda".

El resultado de esta organización sin precedentes provocó la muerte de más de 1.000.000 de tutsis que habitaban el territorio ruandés, sin embargo, no se tienen cifras exactas ni mucho menos se tiene un número equiparable tras un segundo genocidio provocado en venganza del primero, que es registrado para 1994. Recordemos que los genocidios comenzaron desde 1990 y que esta tragedia sucedió ajena al mundo y países como Francia, Bélgica y Alemania a pesar de estar perfectamente enterados de lo que sucedía, no hicieron nada por difundir la información a la ONU.

Desde luego los intereses sobre el territorio ruandés fueron una causa primordial para la no intervención de los países europeos. Estados Unidos jamás tuvo intervención debido a las discrepancias con el secretario general de Naciones Unidas (era mejor no tocar el tema). No fue sino hasta 1996, que con la intensión de influir en la zona africana, el secretario de comercio de Estados Unidos declaró: "la era del dominio económico y de la hegemonía comercial de Europa sobre África ha terminado. África nos interesa" (Casòliva 2000).

No es difícil argumentar que desde la colonización, la presencia de países ajenos a la región de Rwanda tiene un interés meramente material y no humanitario, que de alguna forma arreglara los conflictos étnicos que se gestaron en el territorio. Es bien sabido que el subsuelo de Congo contiene grandes yacimientos de cobre, zinc, plata, diamantes, uranio, cadmio, coltan, oro y una inmensa lista de metales raros y codiciados por las grandes potencias. Estamos frente a un año más de terribles injusticias y sucesos que parecen poco importantes, esas historias que como hojas de libros viejos solamente pasan sin leerse, sin comprenderse. Celebremos pues 50 años de independencia, o recordemos a nuestra memoria los capítulos mutilados que nos han arrebatado con la pura y clara intensión de volcarnos a la amnesia... No cierres los ojos!


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