Ayer me despertó Valerie, estaba hundida en un profundo sueño con los auriculares verdes que me conectan con la música sin despertarme. No sé de horarios específicos, sólo está en mi, el recuerdo de tu voz... En el silencio de la noche mi mente solo escuchó tu canto claro y nítido al unísono del rasgueo de tu guitarra.
Existen ciertas melodías que tienen el poder de levantarme a pesar de que dormito profundamente, de despertar mi mente y oír el más mínimo detalle que envuelve la música y que no siempre detecto durante el día; es un efecto wake-up que sucede sólo con ciertas canciones a pesar de que, muy a menudo duermo con audífonos. En ese instante la mente puede imaginar el contexto, el sentimiento de la voz, de lo que simplemente quiere imaginar mi mente... vuelve las canciones semióforos y las recarga de un valor que se vuelve indisoluble de lo que pueda estar sintiendo. Creo que es como saber que esa determinada melodía, en ese preciso momento, ya es parte de mi... Fue Valerie el verdugo del reposo de mi mente, y cuando la luz del sol apareció de nuevo, fue tan fascinante recordar que entre sueños, tu voz me despertó.
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